Hasta siempre, don Alberto. FCC envía sus más sentidas condolencias a la familia Urrego Caballero

La Federación Colombiana de Ciclismo, presidida por el Dr. Jorge Mauricio Vargas Carreño, el comité ejecutivo y sus funcionarios, lamentan profundamente el fallecimiento de Alberto Urrego Caballero, un ser humano entrañable, dedicado e íntegro que entregó por más de tres décadas su profesionalismo al servicio de la gran familia del ciclismo colombiano. Su fallecimiento enluta a la caravana, nos entristece y nos llena del más profundo sentimiento de dolor, pues su carisma y señorío siempre fueron un sello indiscutido de su personalidad.

Hermano del distinguido Héctor Urrego Caballero, Alberto fue pieza vital y el alma gráfica de la Revista Mundo Ciclístico, una de las publicaciones más prestigiosas del mundo del pedal, que a través de sus letras y registros fotográficos, ha sido fiel testigo de los sucesos más relevantes en la historia del ciclismo colombiano.

Varias generaciones tuvieron el privilegio de ser retratadas por su lente, siempre atento y preciso, respetuoso y ecuánime con el esfuerzo de todos los integrantes del lote. Sus andanzas por el país y por el mundo tuvieron como gran maestro al antioqueño Horacio Gil Ochoa, de quien contaba un sinnúmero de anécdotas que mostraban la valía y el arte de inmortalizar cada momento en carrera.

Don Alberto, como siempre fue conocido por su comportamiento ejemplar, se encargó de seguir paso a paso el glorioso proceso de la década de los 80 con próceres de la época como Lucho Herrera, Alfonso Flórez, Fabio Parra y José Patrocinio Jiménez, con quien lo unía una gran amistad y compartió durante la última década en los eventos de la Federación Colombiana de Ciclismo con sus cámaras al hombro, y el ‘Viejo’ Patro al volante de la camioneta que transporta a la prensa.

Su experiencia y tranquilidad siempre fueron un ejemplo para las nuevas generaciones de la fotografía, para la caravana, para su familia y sus más allegados. Su legado en el ciclismo vivirá en cada imagen, en cada momento retratado, en la calidad de las páginas que ilustraron cientos de historias y glorias del ciclismo colombiano y mundial.

La Vuelta de la Juventud fue su última escala en el lote, la despedida del fotógrafo más experto que tuvo el privilegio de ser el único de la caravana en retratar a las generaciones más exitosas del Siglo XX y XXI.

Deseamos mucha fortaleza a su Sra. esposa Dora; a sus sobrinos Sergio Camilo, Héctor Leonardo, Catalina y Natalia; a su hermano Héctor, y a todos sus amigos y más allegados. Descansa en paz, amigo. El ciclismo, ni nosotros, jamás te olvidaremos.