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«Aprendí que nada es imposible y que se puede seguir avanzando, a pesar de los golpes que te da la vida»: Rodrigo Contreras

Uno de los talentos con proceso completo en Colombia es el cundinamarqués Rodrigo Contreras, quien después de sortear sobresaltos en su primera experiencia en la máxima categoría, relanzó su carrera en la élite del ciclismo mundial demostrando condiciones excelsas en la contrarreloj y siendo pieza clave en la estructura de EPM y las selecciones nacionales en evento continentales.

Contreras es un caso sui generis, pues ha sido el único colombiano en recuperar su puesto entre los mejores del mundo después de afrontar el sinsabor de no haber triunfado en Quick Step. El final de la historia fue bueno, excelente, pienso. Gracias a Dios tuve la posibilidad y el privilegio de volver. Al momento lo vi crítico cuando tuve los percances del Quick Step, que no fue por rendimiento sino por lesiones, como la caída que tuve con Malori (Adriano, quien luego tuvo que decirle adiós al ciclismo profesional ndr) en San Luis, donde me fracturé la rodilla. Desde ahí empezaron los problemas y no pude mostrar lo que tenía. Regresé a Colombia, me recibieron en Coldeportes Claro (su equipo de formación) y estuve ahí un año. Empecé a hacer las cosas bien recuperado totalmente. Luego pasé al EPM, fue un año excelente con ellos, me apoyaron mucho y les agradezco mucho», recordó el hombre del Astana durante el Instagram Live realizado por la cuenta oficial @fedeciclismocolombia.

«Luego volví a saltar al World Tour. Recuerdo que había perdido el número del mánager (Giuseppe Acquadro) pero un amigo, Winner (Anacona) me lo pasó. Nos saludamos, hablamos con el hombre y me dijo que podía volver si seguía bien. Entonces nos concentramos, tuve un gran apoyo en casa, con los amigos, y gracias a Dios dimos el salto para estar de nuevo en un equipo como lo es Astana», contó Rodrigo, quien gracias a su estupendo ciclo dorado en pruebas contra el reloj y su magnífica presentación en la Vuelta a Colombia, donde fue líder transitorio, finiquitó su retorno a la gran carpa del ciclismo que ahora disfruta de un ciclista renovado.

«Al inicio de mi carrera pensaba estar en EPM, que era mi equipo favorito desde niño. No soy un corredor que nací con todas las condiciones, me fui haciendo y mejorando, siendo disciplinado, como una persona normal que va encontrando las experiencias para hacerse más sabio. Fuimos poco a poco progresando, yendo por el camino, esperemos avanzar, demostrar cada vez lo que se hace y lo que se entrena, para que de aquí en un futuro no muy lejano, pueda estar peleando una gran carrera. Mi sueño es estar en las grandes, la vida me ha compensado con todos los sueños que tengo», afirmó el cundinamarqués, que encontró en su círculo cercano el alivio para no entregarse y creer que podía tener una segunda oportunidad.

«Es duro para un deportista (que lo saquen de un equipo World Tour). Si no hubiera tenido estas personas cerca, habría sido difícil. Tuve buenas compañías y el apoyo de mi familia, he sabido aprender y salir adelante. Aprendí nada es imposible y que se puede seguir avanzando, a pesar de los golpes que te de la vida. Soy ejemplo para aquellas personas que quieran mejorar su estilo de vida, todo es echándole ganas»

Con Astana, Rodrigo reencontró la confianza, y poco a poco, ha ido ratificando el nivel para convertirse en un hombre clave para obtener victorias y apoyar a Miguel Ángel López, su amigo y jefe de filas. «Dando pasos moderados, pero firmes. En un futuro, en cuanto a lo personal, mi objetivo es estar en una grande y disputar una carrera, estar en la pelea porque me va bien en la crono, con los grandes especialistas me falta un poco».

En el Tour de Ruanda se estrenó con victoria y contribuyó al dominio del equipo kazajo, ganador de tres parciales y la general con Kudus. «Fue la recompensa de lo que se sufrió en Quick step, fue emocionante. Todos los días luchándola, la embarré el primer día, pero el último gané, era un circuito en pavé y me acuerdo que en Bélgica sufría mucho cuando estaba en Quick Step. Gané en este tipo de terreno, llegué solo, y fue retomar esa confianza. África un continente bonito por la cultura, la gente muy amable, me fui agradecido con esta victoria porque al final firmé por dos años más», expresó el ciclista de 25 años, que abrió la temporada 2020 en Europa.

«Tuve la fortuna de hacer dos carreras con Bohórquez. Miguel y Harold hicieron una. El futuro es totalmente incierto, sabemos que hay unas fechas provisionales para las grandes, pero depende de cómo evolucione todo el virus. Esperemos que esto pase lo más pronto posible, hay mucha gente que vive del diario, las pequeñas empresas y necesitan un alivio para volver a nuestra vida normal con otra mentalidad. En el ciclismo esperemos que no pase a mayores consecuencias, sino está un poco en peligro de que se acaben algunos equipos y los patrocinios, porque se está acabando con la economía del planeta», reflixionó el oriundo de Villapinzón.

«No es un panorama muy favorable para los corredores. Las nóminas de equipos grandes como Astana que tiene 30 corredores, y a las carreras grandes solo pueden llevar 8. El deportista se verá afectado porque no podrán estar en las grandes. No sé como sea la repartición. Si se hace el Tour sería complicado ver correr a 8 y los otros 22 siendo parte del público. No sé como vaya a ser el tema, lo que sí tengo claro es que ojalá si se pudiera hacer por lo menos el Tour que es la que llama más a la publicidad, y en cuestión económica es la mejor para sostener los patrocinios y los equipos», apuntó el cundinamarqués que antes de la crisis tenía en su calendario carreras de prestigio como Vuelta al País Vasco, Tour de Turquía y Tour de Romandía.

Su objetivo estaba centrado en entrar en la nómina de una grande. «No se sabía, pero para la Vuelta estábamos ahí, o tal vez el Giro. España me gusta porque son las carreteras amplias, Italia me hubiera gustado porque la carrera se hacía en el frío y como cundiboyacense, me gusta y me va mejor, la pierna gira bien. En la vuelta hace mucho calor, aunque ya me acostumbré, las primeras carreras me dio duro, pero me gusta más el frío».

En tiempos de incertidumbre, Rodrigo maniobra con el rodillo y las actividades físicas en casa para mantener la forma en medio del panorama restringido y sin opción de salir a carretera. «Soy una persona de campo, me gusta mucho, si en esta oportunidad pudiera estaría allá, sería chéver, pero estoy en Bogotá con mi familia, con mi esposa, con mis cuñados y la estoy pasando agradable. A pesar de que estamos aquí en cerrados hacemos múltiples actividades. Si me aburro o me pongo amargado, no es la idea, lo mejor es pasarla bien», cuenta.

«Empezamos la mañana con el desayuno, luego nos preparamos para la rutina de ejercicio de acuerdo al plan y hacemos core, un poco pesas, mucho abdominal y luego pasamos al tema del rodillo, no nos extendemos tanto, era amigo del rodillo cuando estaba en carretera, ahora no tanto, me tiene un poco agobiado, pero bueno, ahí vamos», dice el ciclista que practica ciclismo virtual en la justa medida.

«Este tema se hace un poco más por la publicidad de los equipos, por los  patrocinios y para mantenerse en forma y así no cueste tanto cuando salgamos a carretera. Por supuesto hace falta lo que es la carretera, lo virtual me parece bien para distraerse, pero la esencia el ciclismo es la carretera, nos damos palo a toda. El ciclismo virtual en estos tiempos es una opción y nos toca adaptarnos a lo que tenemos».

«Lo bueno es que mantenemos un poco la forma, no digo que ciento por ciento, pero algo. Lo malo es que es la misma rutina en el mismo sitio, en un lugar que no podemos salir, se vuelve un poco aburrido subirse ahí en el mismo rodillo, haciendo lo mismo, se vuelve un poco agobiante», afirmó Contreras, quien hoy luce con cabello engominado y bien peinado, distinto a sus épocas de juvenil y sub-23 cuando su sello era correr sin cabellera.

«Quería ser como Pantani pero no me crece barba (sonríe). Era una inspiración pero él lucía el candado. Ya maduré y tengo mi propia personalidad. Todos dicen que me veo bien».

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