Federación
Colombia Oro y Paz 2.1 le cumplió con creces al juego limpio
De principio a fin, del primero al último día, la carrera Colombia Oro y Paz fue un éxito rotundo. El recorrido, la calidad de los ciclistas, el fervor del público y la entrega de nuestras grandes estrellas le dieron lustre al histórico evento, que en su primera edición también añade un dato importantísimo: el reporte oficial de la UCI y la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) confirmó que no hubo un solo ciclista con resultados adversos.
“Me siento muy complacido y satisfecho porque se demuestra que estamos cumpliendo y luchando fuertemente contra este flagelo. La UCI está muy contenta con nuestro evento y ahora mucho más por los resultados de los controles, lo que demuestra que el espectáculo por parte de las estrellas y nuestros ciclistas locales fue completamente limpio”, dijo el presidente de la Federación Colombiana de Ciclismo, Jorge Ovidio González Longas, quien ya se encuentra estable y recuperado tras su exitosa intervención quirúrgica.
Las muestras analizadas por los organismos internacionales no arrojaron ninguna anomalía, motivo por el cual la organización en cabeza de la Federación Colombiana de Ciclismo, le puso una guinda a su estupendo desempeño en los detalles logísticos, de seguridad, espectáculo y difusión de la carrera que ha marcado el inicio de una nueva era en el ciclismo colombiano.
Formaron parte de la competencia 150 corredores de 25 equipos, de los cuales siete fueron representativos nacionales, cuatro World Tour, nueve Pro Continentales, tres seleccionados nacionales y el resto continentales.
De esos 150 ciclistas, Colombia contó con 66 representantes repartidos en 18 equipos, registro relevante y que deja en evidencia el profesionalismo en todos los aspectos de nuestros embajadores en el ciclismo internacional.
La Carrera Colombia Oro y Paz y sus patrocinadores, el Gobierno de Nacional de Colombia y toda la gran familia del ciclismo colombiano, se sienten orgullosos de haberle cumplido con creces al espectáculo y al juego limpio.
Foto: Anderson Bonilla