En la Basílica de San Luca, santo y seña del tradicional Giro de Emilia, fue el punto de partida del 102 Giro de Italia con una cronoescalada que sirvió para medir la fortaleza de los llamados a disputar la general de la primera grande de la temporada.
El esloveno Primoz Roglic (Team Jumbo Visma) demostró su excelente estado de forma adjudicándose el parcial con un tiempo de 12 minutos y 54 segundos, superando por 19 segundos al británico Adam Yates (Mitchelton Scott), 23 al italiano Vincenzo Nibali (Bahrain Merida) y 28 al holandés Tom Domoulin (Team Sunweb) y al colombiano Miguel Ángel López (Astana), quien a su vez se enfundó la camiseta blanca, la misma con la que terminó vestido en el podio de 2018.
López, subcampeón nacional de la especialidad, demostró su gran calidad en una jornada corta pero exigente en la que corredores de prestigio como el español Mikel Landa (Movistar Team) cedieron más del minuto en el desafío de 8 kilómetros (1:07).
El colombiano también estuvo por encima de su rival directo en 2018, Richard Carapaz (Movistar Team), Bob Jungels (Deceuninck Quick Step), Tao Geoghegan Hart (Taem Ineos), Rafal Majka (Bora Hansgrohe) y Domenico Pozzovivo (Bahrain Merida).
El bogotano Esteban Chaves (Mitchelton Scott) también mostró avances en su recuperación competitiva cediendo solamente un minuto con el gran ganador del día. Por su parte, Iván Sosa (Team Ineos) cedió 1:56. Su compañero Sebastián Henao, terminó en la casilla 65 a 1:28.
Fernando Gaviria y Sebastián Molano (UAE Team Emirates) pasaron la jornada y ahora se alistan para ser protagonistas en la etapa de 205 kilómetros entre Bologna y Fucecchio.
Foto: Giro de Italia
