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«Venía bien en las competencias y dando títulos, es duro que las mujeres no vayan a estar en Tokio»: Martha Bayona

En Río 2016, Martha Bayona estuvo cerca de su primera final olímpica. Una caída en las semifinales puso freno a la ilusión de la velocista que entonces, con 20 años, era la deportista más joven de la delegación a cargo de Jhon Jaime González, el entrenador que creyó en sus condiciones y le abrió las puertas al mundo de la alta competencia.

«Esa vez yo ya estaba en Medellín, mis compañeros tuvieron competencia en los panamericanos, y yo no alcancé a ir porque apenas estaba llegando y no estaba preparada. Los puntos los acumularon Juliana (Gaviria) y Diana (García), pero se dio la oportunidad de que estuviéramos Juliana y yo en la olimpiada, gracias a los puntos que habían acumulado. Estaba contenta porque era una energía chévere, uno es todo contento, el restaurante (de la Villa) es lleno, había mucha comida, nos dijeron que nos teníamos que cuidar, pero uno se antoja de muchas cosas», recordó la santandereana durante el Instagram Live realizado por la cuenta oficial @fedeciclismocolombia.

Sin un ciclo elaborado, sin mayores detalles competitivos, pero sí con una proyección al alcance de una atleta hecha para grandes escenarios, Martha formó parte de la nómina, vivió de cerca la euforia de las justas más importantes del planeta, y aunque no tenía la experiencia suficiente para considerarse aspirante en ese momento, la santandereana sorprendió llegando hasta las semifinales.

Sin embargo, en la vuelta final de la ronda previa a la disputa de las medallas, cuando se disponía a atacar por fuera, chocó con la rusa Anastasiia Voinova y sufrió una caída que la privó de soñar con el podio. «La caída no me la esperaba, me sentía bien en ese keirin, cómoda. Se tocaron adelante y como iba tan pegada fue cuando toqué la rueda y me caí, incluso más arriba de donde yo iba. Dije: ‘no voy a llorar’, pero me paré y ahí fue cuando me toqué la cara, me raspé con la llanta de la compañera y ahí empecé a llorar», contó Bayona, quien cuatro años después no podrá disfrutar de la misma sensación de estar en una cita olímpica.

Tokio no la tendrá en la lista de partida, aún siendo una de las velocistas más importantes de la actualidad, ganadora de los Juegos Panamericanos en Lima, subcampeona mundial, campeona de la Copa Mundo en Australia y subcampeona en la última válida realizada en Canadá.

«Es algo muy difícil, pero hay que levantar la cabeza y dejar eso atrás. En el mundial dan muchos puntos y eso fue una desventaja, porque en el mundial me hicieron falta unos puntos. Es maluco porque lo ideal es que no fuera yo sola sino más personas (con Juliana Gaviria para la velocidad por equipos), hice todo el ciclo olímpico y lo hice de la mejor forma. En el panamericano haciendo oro y no alcanzar a clasificar es muy maluco, pero hay que seguir», expresó Martha, que no logró avanzar de la primera fase en el keirin del campeonato del mundo en Berlín.

«Yo estaba muy bien entrenada, estaba bien físicamente, estaba preparada y al no tener el resultado fue un golpe duro. Y luego supe lo de la olimpiada, me pregunté qué pasó, pero tocaba afrontarlo y seguir, no me podía quedar estancada por eso que pasó. Venía bien en las competencias y dando títulos, es duro que las mujeres no vayan a estar en Tokio», afirmó la santandereana de 24 años, radicada en Medellín, donde cumple los protocolos de cuarentena aguardando la reapertura de los entrenamientos para emprender la preparación hacia nuevos objetivos.

«Venía bien y después estar encerrado y no salir al velódromo. Hay que esperar que sea lo que Dios quiera y volver a entrenar, preparar para lo que viene, estamos entrenando en casa y vamos a salir bien. Esto no será para toda la vida. Ahora nuestro entrenador nos envía plan por semana, en la mañana hacemos rodillos y antes del medio día hacemos ejercicios en YouTube, y en la tarde hacemos rodillos o videos de core», dice Martha, quien seguirá siendo la referencia principal de la velocidad para los próximos eventos internacionales.

«Cuando empecé en el ciclismo no soñaba con un mundial, una olimpiada, tampoco pensaba en salir al país. Mi primer viaje fue a Guatemala y aún cuesta asimilar que he llegado tan lejos y me ha ido tan bien en el ciclismo. Nunca lo imaginé, es algo que da alegría y dan muchas ganas de seguir así y salir adelante. Ahora lo ideal es hacer de nuevos ciclos y ganar buenas competencias, acumular muchos puntos y que no pase lo de ahora, el mundial es el que más puntos da. De puntos estábamos bien, pero teníamos que estar más adelante en el mundial».

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